Muchos creen que la función de los cotonetes es limpiar las orejas o el canal auditivo, sin embargo, esto es erróneo.
Si bien la limpieza e higiene personal es fundamental para tener una buen presentación e incluso para tener mayor salud, muchas veces llevamos malas prácticas sin darnos cuenta, que con el paso del tiempo podrían afectarnos severamente.
En realidad los hisopos, o mejor conocidos como cotonetes, son una herramienta que facilita la tarea de limpiar alguna superficie a la que no se pueda accesar de manera fácil, pero no todas las zonas de nuestro cuerpo deben ser limpiadas, un simple aseo las mantendrá sanas.
Tal es el caso de nuestros oídos, el cual requiere del cerumen para impedir que agentes externos puedan hacernos daños. La cera tiene un propósito importante, y es el de cuidar este órgano tan delicado.
La manera correcta de limpiar esa zona es con pura agua. De ser necesario, podrías pasar un cotonete únicamente por la parte externa, haciéndolo delicadamente y sin meterlo al canal auditivo. De hacerlo, hay riesgo de que trozos de algodón se desprendan y queden dentro; que retires toda la cera dejando al oído expuesto y sin protección; que empujes la cera hacia dentro del canal hasta formar un tapón, o que en un descuido dañes alguna zona e incluso revientes el tímpano.
El oído es uno de nuestros cinco sentidos, y por la importancia que tiene para realizar varias actividades diarias como escuchar y mantener el equilibrio, hay que cuidarlos de la manera correcta.