Tras cinco años en prisión en el Reino Unido, Julian Assange finalmente ha dejado atrás las paredes de la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh. El fundador de WikiLeaks, perseguido por revelar documentos clasificados, llegó a un acuerdo con el gobierno estadounidense que le permite evitar la extradición. Ahora, Assange se prepara para declararse culpable ante un tribunal federal en las Islas Marianas, antes de reunirse con su familia en Australia.
La noticia fue anunciada por WikiLeaks en redes sociales, destacando que Assange ha abandonado el Reino Unido y está en camino a su próxima etapa tras más de 1,900 días de reclusión. El acuerdo judicial establece que Assange se declarará culpable por conspiración para obtener y revelar información clasificada, enfrentando una pena que equivale al tiempo que ya pasó en prisión.
Este giro marca el fin de una larga batalla legal que ha captado la atención mundial y generado debates sobre la libertad de prensa. El primer ministro de Australia y varios defensores de derechos humanos han pedido durante años la liberación de Assange, subrayando el impacto de su caso en el periodismo y la transparencia informativa.
El regreso de Assange a la vida fuera de las rejas es un momento esperado por muchos, mientras que su próxima comparecencia en las Islas Marianas marcará el siguiente capítulo en su controvertida historia.