En los vertederos o rellenos sanitarios no caben más desechos, se están desbordando. Hay muchas alternativas para evitar y componer esta situación, sin embargo requiere de cambios en nuestro modo de vida y de nuestro esfuerzo.
Una de las industrias más contaminantes y que genera más desechos es la textil, y por ello, muchas empresas han comenzando a producir sus prendas con materiales reciclados y degradables, sin dejar atrás la calidad.
Pero, ¿creerías posible hacer ropa con cáscaras de fruta? Pues sí es posible y jóvenes emprendedores, conscientes y con ganas de hacer la diferencia, lo demuestran.
En 2011, Adriana Santonocito y Enrica Erena, dos estudiantes de Sicilia, Italia, se percataron de las miles de toneladas de cáscara de naranja que se desechaban en la región. Descubrieron que una gran cantidad de telas como la viscosa y rayón contienen celulosa, misma que se encuentra en la cáscara.
Después de tres años de investigación y trabajo, los estudiantes producieron un material que podría ser utilizado en la industria de la moda. Su éxito fue tal, que trabajaron para la lujosa marca Salvatore Ferragamo.
