Es muy común que al iniciar algún deporte de alto impacto como correr, el futbol, o incluso entrenar en el gimnasio, provoqué lesiones en el cuerpo, las más frecuentes se producen en las rodillas.
No es un hecho aislado, pues las rótulas, en efecto, son las parte del cuerpo que mayor peso sostienen y la que se someten a mayor presión. No obstante, hay otras zonas que también corren riesgo de lesionarse, como los tobillos, la cadera o el tendón de aquiles.
A continuación te daremos unos sencillos tips para evitar molestias, que harán efectivos tus entrenamientos.
Si eres principiante, es importante que comiences de poco en poco, el cuerpo necesita adaptarse y fortalecerse para poder llegar al punto que deseas. Sé paciente y extrema precauciones. No debes forzar tus músculos o articulaciones. Escucha tu cuerpo.
En caso de que el deporte de tu interés sea correr, comienza con 3 o 4 entrenamientos a la semana, y que tengan una duración corta, con sean sesiones suaves y tranquilas. Conforme te acostumbres al ejercicio, aumenta la cadencia, es decir, reduce el tamaño de la zancada y trata de duplicar el número de pasos por minuto.
Bajo la misma línea, mantén flexionadas tus rodillas, así el impacto será menor, pues el músculo amortiguará cada golpe contra el suelo.
Al correr no solo se trabajan las piernas, nuestro centro de gravedad está en la zona abdominal. Es recomendable que a la par, hagas ejercicios para fortalecer y tonificar esa zona.