Oficialmente, el pasado sábado entro en vigor en México el decreto con el que se creó el Padrón Nacional de usuarios de Telefonía Móvil que tiene el objetivo de recopilar la información de los 126 millones propietarios de líneas telefónicas del país.
Entre la información que se recopila, se incluye los datos biométricos como lo son las huellas digitales, reconocimiento de retina, de iris, o reconocimiento facial.
Según el gobierno, la información que se recopile ayudará a las autoridades a evitar la comisión de delitos como podría ser el secuestro o la extorsión telefónicas.
No obstante, los usuarios ya han mostrado inconformidad, Human Rights Watch tuiteó «Obligar a quienes contraten una línea telefónica a registrar sus datos biométricos con el gobierno es una grave violación a su privacidad. La última vez que se creó un padrón así en México, los datos terminaron en venta en el mercado negro».
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que «Nada más es tener un registro para cuidar a la población, es un asunto de seguridad.» y «nunca va a llevar acabo acciones de espionaje contra nadie (…) No quieren dar información porque piensan que el Estado va a invadir lo que tiene que ver con la libertad y lo individual. Decirles que tengan confianza».
