La construcción del Tren Maya, proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, implica un impacto negativo para el medio ambiente de la zona.
Un análisis de riesgo, elaborado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) arroja que el Tren Maya podría afectar 10 Áreas Naturales Protegidas, la destrucción de mil 288 sitios arqueológicos, así como atentar contra los derechos de 146 mil personas habitantes indígenas.
Yucatán cuenta con una de las poblaciones más importante de jaguares, con más de 2 mil ejemplares. La creación del tren implica la construcción de una barrera dentro del hábitat natural de este felino. Los jaguares necesitan aproximadamente 50 kilómetros para desarrollarse, ya sea para la caza, reproducción y cuidar a sus crías.
Como consecuencia, podrían haber problemas de introgresión genética, proceso que se refiere a introducir a una población animal, genes de otra especie, a lo que comúnmente se le conoce como «cruza». Esto debilitaría a la especie y la pondría en peligro.
Pese a que el mandatario se ha jactado de los nuevos empleos que creará este proyecto, el estudio anteriormente mencionado también menciona otros factores negativos. Asevera que los empleos serían precarios y temporales y los daños al medio ambiente serían irreparables si no se crea una estrategia para mitigar los daños.
