En un estudio perteneciente a la Universidad de Helsinki, se le ha enseñado a perros entrenados como asistentes de diagnóstico médico, a reconocer con el olfato COVID-19 en personas.
Los canes lograron diferencias con precisión las muestras de orina de pacientes contagiados de las muestras de orina de individuos sanos. La práctica fue casi tan confiable como las pruebas de PCR estándar.
El COVID-19 no solo ataca a los pulmones, también causa daños a los vasos sanguíneos, los riñones y otros órganos, por lo que la orina de los pacientes contiene un olor característico, mismo que los perros, por sus órganos olfativos altamente sensibles, notan de inmediato la diferencia.
Así, de concluir exitosamente este hallazgo, los perros rastreadores podrían contribuir a la lucha contra el nuevo coronavirus,