Hoy es días del abuelo, de aquella persona que prepara la sopa más rica del mundo, que nos da dinero a escondidas, que nos cuenta fabulosas anécdotas de su infancia, que nos defiende ante los regaños de nuestros padres y que nos cuidan y aman, a lo mejor, más que sus propios hijos.
Así es, los abuelos suelen aportar un toque dulce a nuestras vidas, son nuestros segundos padres y por ello este día hay que celebrarlo. Sin duda, solemos encariñarnos mucho con ellos, pero no solo lo hacemos con nuestros abuelos biológicos.
También la gente se ha encariñado con abuelas y abuelos de la escena televisiva y cinematográfica. Nos han mostrado abuelos de todo tipo, desde el cariñoso, el gruñón, el divertido y el loco.
Seguramente recordarás al abuelo de la familia Simpson, sí, aquel que seguía viviendo en la guerra y subestimaba horrores a su hijo, pero quién podría resistirse a una persona llena de historia y ocurrencias.
Muchos tenemos nuestra infancia marcada por una caricatura, la mayoría pasábamos en tiempo pegados a la televisión viendo ‘Hey Arnold’, pero de lo que más nos hemos de acordar es de sus abuelos que prácticamente se convirtieron en sus padres. Phil y Pookie llenaban de risa cada episodio.
Pero dejando a un lado las caricaturas, cualquier adolescente debió haber conocido a la Reina Clarisse, abuela de Mía en la película ‘El Diario de la Princesa’. Probablemente no sea una algodón de azúcar, pero a ¿quién no le gustaría tener una abuela propietaria de un palacio?
Y siguiendo con películas de Disney, ¿ya se olvidaron del abuelo de ‘UP!’? Sí, también es un viejito muy gruñón, pero qué abuelo puede resistirse a un niño tan tierno como Russel, además, sin duda alguna, sería muy divertido visitar a tu abuelo en una casa elevada por cientos de globos.
Otro tierno personaje que nos ha traído Disney es a Coco, sí, de la película homónima. Aquí nos dan una increíble lección y nos enseñan a no olvidar a las personas que una vez en vida quisimos tanto, como nuestros abuelos, pues su recordarlos es importante tanto para ellos, como para nosotros.
Así que aprovechemos la ocasión y vayamos con esas personas que no quieren y cuidan tanto, agradezcamos todo lo que han hecho nuestras abuelas y abuelos por nosotros y devolvámosle tantito, tal vez un abrazo sea lo más lindo que podrán recibir.
