El arte ha llenado nuestros días de soledad y distanciamiento, ha llenado nuestros corazones. El arte visual es aquel que nos mueve, nos inspira, nos provoca emociones y sensaciones. Evoca la realidad y la transforma.
Querétaro tiene arte en cada rincón y cada esquina. De eso se han encargado los grandes artistas locales. Esta semana en Huella Queretana, te presentamos a Pixie, artista plástica que se enfoca en retratar paisajes cotidianos y transforma las escenas más simples en una expresión única.
Su primer acercamiento al arte fue en su niñez, a través de las pinturas de su padre. Su trabajo mostraba al humano sensible y pensante que había dentro de aquella figura suave y familiar. Ese descubrimiento la llevó a agarrarse de la pintura para conocer las personalidades de los individuos.
“Una obra es una ventana hacia el interior del artista”
Fue cuando Pixie entró a la carrera de Artes Pláticas, cuando pudo desarrollar esta actividad. Profundizó en ciertos temas y amplió su conocimiento en otros. Sin embargo también aprendió por cuenta propia y fue a partir de ahí que decidió no separase del arte.
La artista comparte que, su proceso artístico consta de pensar como creadora, ha desarrollado la disciplina de dibujar o pintar a diario. No obstante, el estado de ánimo y contexto juegan un papel importante que puede usar a favor de sus obras.
En sus creaciones es un factor constante el aura lóbrega que las envuelven, los ojos son un símbolo que usa con frecuencia, a veces hay una saturación de ellos en sus dibujos y pinturas.
“Mi pintura y dibujo han ido muy de la mano con mi vida personal se corresponden bastante”
Respecto a cómo se vive el arte en nuestro estado, Pixie expresa que es bastante amplio, con suficiente campo para innovar, lo describe como una tierra fértil que está esperando ser cultivada.
Pese a que el confinamiento no ha afectado su método de trabajo, sí ha cambiado su forma de vender sus obras. Actualmente ha hecho uso de su creatividad y se ha involucrado en la venta en línea.
