Fue en el Abierto a Australia, cuando el tenista español, Rafael Nadal se enfrentaba con Federico Delbonis, cuando al golpear una pelota, ésta fue directo a dar a la cabeza de una niña, llamada Anita que se encontraba apoyando para recoger las pelotas.
El tenista reaccionó de forma inmediata y corrió a ver si la niña había sufrido lesiones severas, pues el golpe fue directo ala cara. Después de cerciorarse que todo estuviera en orden, se disculpó, le dio un beso en la mejilla y regresó a la cancha.
Sin embargo, la culpa del tenista no cesó ahí, al final del partido compartió: Me he asustado mucho. La bola iba rápida y le ha ido directa a la cabeza. Le caía un poco la lagrimilla pero la niña es una fenómena. Ha aguantado el tipo de manera fantástica y es un ejemplo“
Días después, el deportista compartió en sus redes sociales, la visita que le hizo a Anita y a su familia. Sin duda un gesto propio de los grandes