La Casa Blanca confirmó que a partir de este miércoles, Estados Unidos aplicará aranceles del 104% a las importaciones provenientes de China, intensificando como nunca antes la guerra comercial entre ambas potencias. La medida fue anunciada tras la negativa del gobierno chino de retirar su contraataque arancelario del 34%, y representa uno de los movimientos más agresivos del expresidente Donald Trump en materia comercial.
“Si China no retira su aumento del 34%, se aplicarán aranceles adicionales del 50%”, había advertido Trump desde su red social Truth Social, acusando al país asiático de mantener «abusos comerciales prolongados». La administración estadounidense aseguró que no habrá más negociaciones con China, y que el castigo arancelario comenzará a aplicarse a partir de esta medianoche.
El anuncio ha provocado una reacción inmediata a nivel internacional. Según declaraciones oficiales, más de 70 países ya han iniciado contactos con Washington para negociar acuerdos bilaterales que los protejan del aumento de tarifas. «Los teléfonos no han dejado de sonar», señaló Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, quien también reveló que el equipo negociador de Trump ya trabaja en acuerdos personalizados con cada nación, priorizando los intereses económicos de Estados Unidos.
En Europa, España estima que el 80% de sus exportaciones a EE.UU. se verán directamente afectadas. El gobierno español ha anunciado un decreto de emergencia para proteger a sus sectores más vulnerables. Mientras tanto, los mercados financieros muestran nerviosismo: Wall Street abrió con repuntes, pero rápidamente perdió terreno. El S&P 500 se mantuvo apenas en positivo y el Nasdaq cerró en rojo, con una caída del 0.6%.
La guerra comercial de Trump entra en una nueva fase. El mundo observa, las economías tiemblan… y los efectos apenas comienzan.
