Durante el mes de mayo, se produce un fenómeno astronómico notable: la lluvia de estrellas Eta Acuáridas. Este espectáculo celeste iluminará los cielos nocturnos durante la mayor parte del mes, alcanzando su punto máximo en la madrugada del 5 al 6 de mayo. Según el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, esta lluvia de estrellas estará activa desde el 19 de abril hasta el 28 de mayo, con un pico máximo de hasta 40 meteoros por hora, cuyo radiante se sitúa en la dirección de la constelación de Acuario.
El origen de este fenómeno está relacionado con el cometa Halley. Cada primavera, la Tierra atraviesa los restos de partículas de polvo y escombros dejados por el paso del cometa, generando este impresionante espectáculo en el cielo.
Las lluvias de estrellas, también conocidas como meteoros o meteoritos, son el resultado de la entrada de partículas de polvo espacial, denominadas meteoroides, en la atmósfera terrestre. Allí, debido a la fricción con el aire, se queman, creando destellos de luz brillante que podemos observar desde la Tierra, popularmente conocidos como “estrellas fugaces”.
No se necesitan equipos especiales para disfrutar de este espectáculo, ya que el tamaño de la mayoría de las estrellas es adecuado para ser observado a simple vista. Sin embargo, el uso de binoculares o telescopios puede amplificar la experiencia, permitiendo apreciar detalles y texturas.
La NASA sugiere adaptar la vista a la oscuridad del cielo nocturno, lo que puede llevar al menos 15 minutos para que los ojos se ajusten y puedan captar los destellos más tenues. Asimismo, es recomendable buscar un lugar oscuro y despejado, preferiblemente alejado de la contaminación lumínica de la ciudad, para una experiencia de observación óptima.
