De 2010 a 2015, en México se talaron y desmontaron 460 mil hectáreas, en promedio 92 mil hectáreas al año. Los terrenos han sido dirigidos a la agricultura, ganadería o la construcción, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Durante el tercer y último Ecoforo “Manejo de la vegetación”, organizado por el diputado de Acción Nacional, Agustín Dorantes, el diputado del Verde Ecologista, Jorge Herrera, y la Secretaría de Desarrollo Sustentable, se mostró la preocupación de los legisladores por proteger el suelo y la vegetación que lo habita.
“La vegetación de Querétaro es diversa: está cubierta en un 48% por zonas agrícolas, 18.4% por bosques, 15.4% por matorral, 7.7% por selva, 6.9% por pastizal y 2.9% restante por otros tipos de vegetación, cuerpos de agua y zonas urbanas”, explicó Agustín Dorantes.
Durante este Ecoforo participó Juan Carlos Hernández Ramírez, ingeniero forestal con 30 años de experiencia, egresado de la Universidad Chapingo, quien advirtió la degradación de la vegetación. Detalló que de 1990 al 2000 se talaron y desmontaron 354 mil hectáreas en el país al año; del 2000 al 2010, 121 mil hectáreas al año y de 2010 al 2015, 92 mil hectáreas anuales.
“El retiro de la capa vegetal del suelo puede darse de forma natural, pero también por mano del hombre, cuando existe una incidencia (hacia el ecosistema) por encima de los límites establecidos viene la degradación en el suelo, incendios y las plagas”, comentó Hernández Ramírez.
Aseguró que cuando se elimina de forma incorrecta la vegetación no hay forma de que se pueda recuperar. Comentó que actualmente la Sierra Gorda del estado de Querétaro está sufriendo estrés, es por eso que los árboles se debilitan y son atacados por la plaga de descortezadores, unos insectos que se comen por dentro los árboles y por el muérdago, una planta parásita que hospeda sus raíces en el interior de los árboles. La plaga de descortezadores puede matar un árbol en tres años.
Hernández Ramírez comentó que las autoridades que hagan cambio de uso de suelo en estos terrenos (una facultad de los municipios y la federación) deben hacerse las siguientes preguntas antes de autorizar algún cambio: ¿Para qué quiero manejar la vegetación?, ¿dónde lo voy a hacer?, ¿quiénes van a participar?, ¿qué regulación existe? y ¿qué tecnologías se van a aplicar?
Alejandro Jiménez, economista consultor ambiental en su participación señaló que es importante que se actualice la Norma Técnica Ambiental Estatal y que ésta se incluya en el Código Ambiental para que se le devuelva al Poder Ejecutivo de Querétaro la facultad de trabajar en la regulación de los terrenos urbanos forestales y tome en consideración más regulaciones y estudios ambientales. Una facultad que le fue quitada por la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable le quitó.
“En nuestra agenda legislativa nos hemos tomado con toda seriedad trabajar por preservar un medio ambiente sano y sabemos que no podemos hacerlo sin la participación de ustedes”, agradeció Agustín Dorantes a los participantes.