Ver una película completa en esta, o en alguna otra plataforma de streaming equivale a conducir 20 kilómetros en coche, pues en ambas acciones, se emite la misma cantidad de dióxido de carbono.
Descargar un video, o ver nuestra serie favorita o escuchar a nuestros youtubers preferidos, parece ser una actividad inofensiva, sin embargo, tiene consecuencias para el medio ambiente.
Un informe realizado por The Shift Project reveló que las descargas de videos realizadas durante el 2018 a nivel mundial, generaron más de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente al total de emisiones de todo un país como España, por ejemplo.
Esto debido a que la información de todos los los videos y datos que descargamos viajan a nuestros aparatos, a través de cables, antenas y fibras ópticas, lo que representan un número considerable de consumo de energía eléctrica.
Y si la demanda fuera ascendiendo, para el 2025, la industria de las tecnologías de la información y la comunicación usaría el 20% de toda la electricidad y emitiría el 5.5% de las emisiones de CO2 de todo el mundo.
Con información de eldiario.es