El pie de atleta es un mal que aqueja a muchas personas, pero sobre todo a los deportistas, o atletas, como el mismo nombre lo indica. El sudor, las altas temperaturas, la oscuridad y la humedad que envuelve constantemente el pie provoca que los hongos y bacterias de este padecimiento proliferen.
Pero también puede contagiarse en lugares como baños públicos, vestidores o piscinas. Los síntomas son comezón, picazón, resequedad, desprendimiento de piel muerta y mal olor.
Para evitar este mal, o curarlo, se recomienda lavar a diario la zona con agua y jabón, secarlos perfectamente, teniendo especial atención entre los dedos; utilizar calcetines de material que absorba el sudor, como el algodón, y zapatos con ventilación. En caso de usar una ducha pública o asistir a una piscina, usar sandalias
En caso de tener el padecimiento, será necesario acudir con un médico para que nos recete el medicamento o la pomada ideal para nuestro caso. De seguir el tratamiento de manera adecuada, tus pies deberán estar sanos en un promedio de dos semanas.