En octubre entrará en vigor la reforma al Reglamento Municipal de Protección Ambiental y cambio climático, que prohíbe la entrega de popotes de plástico en hoteles, restaurantes y cafeterías, que no sean biodegradables.
Los popotes de plástico están elaborados a base de petróleo y tardan entre 200 y 500 años en degradarse. La ONU ha señalado que los océanos contiene 18 mil fragmentos de plástico por kilómetro cuadrado lo que provoca la muerte anual de un millón de aves y 100 mil mamíferos marinos.
En México, el 95% de los popotes utilizados no se reciclan, por lo que una gran parte llega a rellenos sanitarios y el resto yace en ríos, calles, mares y bosques, lo que contamina de manera considerable y afecta a las especies que habitan en alguno de estos territorios.
El Secretario de Desarrollo Sostenible Municipal, Gerardo Montes Díaz informó que se cuenta con una brigada de inspectores que realizarán visitas de verificación a los establecimientos que proporcionan popotes para revisar el cumplimiento de la reforma