La moda está experimentando un renacimiento con la «tendencia demure», un estilo que apuesta por la sobriedad y el minimalismo en contraste con las propuestas extravagantes de la última década. Esta corriente prioriza la sencillez y la elegancia discreta, con siluetas fluidas y prendas que destacan por su recato. Los vestidos largos, blusas de cuello alto y faldas debajo de la rodilla se han convertido en elementos clave, marcando una clara diferencia con los diseños ajustados y llamativos previos.
En cuanto a colores y materiales, la tendencia demure opta por una paleta de tonos suaves y neutros, alejándose de los patrones vibrantes y los materiales sintéticos. Se valoran las telas naturales como el algodón orgánico, la seda y el lino, junto con técnicas tradicionales como el bordado a mano y el crochet. Este enfoque no solo promueve una moda más sostenible, sino que también enfatiza la calidad y la atemporalidad de las piezas.
La influencia de la tendencia demure se extiende más allá del diseño, impactando la forma en que las marcas y las celebridades presentan la moda. Figuras como Emma Watson y Sofia Richie han adoptado este estilo en eventos públicos, mientras que marcas de lujo como Dior y Chanel han comenzado a incorporar colecciones que reflejan esta elegancia reservada. La moda demure está redefiniendo el panorama actual, ofreciendo una respuesta sofisticada a la moda rápida y a la exposición constante, y reafirmando el valor de la sencillez en la vestimenta.