Un estudio de la Universidad de California en Riverside descubrió que los animales actuales, incluyendo los humanos, comparten genes con criaturas oceánicas de hace 555 de millones de años.
No obstante, estas criaturas de las que se hablan no son como seguramente te lo estás imaginando, Mary Droser, profesora de geología de la universidad, afirmó que estas creaturas no contaban con cabeza, ni esqueleto, que más bien parecían alfombras tridimensionales que habitaban el fondo del mar.
Este descubrimiento fue a partir de los registros fósiles que permitieron vincular la apariencia y los comportamientos probables de los animales con el análisis genético de los seres vivos que actualmente están.
Con información de La Jornada
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