Además de la detención de Emilio Lozoya en España, la construcción de un Disneyland en Querétaro, y el Día del Amor y la Amistad, la gente no ha parado de hablar del pase de charola que el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo a 100 poderosos empresarios mexicanos.
En una cena que el mandatario organizó en Palacio Nacional, donde se sirvieron tamales de chipilín y chocolate, comprometió a los empresarios a aportar a la rifa del avión presidencial, 20, 50, 100 o hasta 200 millones de pesos.
Esto, por medio de una carta compromiso para participar de manera voluntaria en la compra de cachitos de la Lotería Nacional.
En 1983, durante el mandato de Carlos Salinas, en una cena convocada por el entonces presidente del Partido Revolucionario Institucional, solicitó 26 millones de pesos a los asistentes a razón de financiar la campaña presidencial priista.
La persona más indignada de ese hecho fue López Obrador, que en ese entonces era perredista, sin embargo, al poco tiempo de iniciar su mandato, ha caído en la misma trampa de poder.
Información: El Imparcial
