Es mal visto cuando las personas no tenemos la cama, pues es un hecho que se asocia a falta de higiene, desorden o descuido. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Kingston ha informado lo contrario.
Cuando se tiende la cama, una vez que nos hayamos levantado, la humedad y la calidez que se formó al estar acostados por nuestro sudor o el desprendimiento de células muertas, permanece por por un tiempo prolongado, fomentando la existencia de ácaros. De lo contrario, si la cama se deja destendida durante todo el día, se deshidratarán y morirán en seguida.
El estudio también dicta que una cama promedio alberga hasta 1.5 millones de ácaros, los cuales causan alergias y enfermedades respiratorias como el asma.
No obstante, no tender la cama es solamente parte de una serie de indicaciones que se deben seguir, como abrir ventanas y cortinas para permitir la ventilación de nuestro cuarto, y la limpieza constante de sábanas, edredones, cobijas y almohadas.